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Esta pieza ubicada en el portón de una casa, conforma las paredes de un paradero de bus, lo que seguramente el artista planeo para así contar con una observación constante y renovada de espectadores que cuentan con un breve lapso de tiempo de observación ( el bus se detiene ) y con una distancia óptima de observación desde el bus, el muro está a unos 2,5m aproximadamente. Estas dos características le permite a la obra entrar en el cono de observación de cualquier pasajero – espectador durante, al menos, un segundo; debo recordar que el ojo humano es capaz de retener hasta 17 imágenes en un segundo y, en perfectas condiciones de visión puede captar o discernir símbolos y formas sin dificultad dentro de 30º a 60º de visión.
Por estas condiciones optimas se puede señalar que la captación de la imagen es prácticamente instantánea o, lo que Porter y Goodman denominaron un “grafico de visión instantánea” , que cuenta con un solo foco, foco que se capta con una sola mirada en forma rápida. En otras palabras las dimensiones de la obra observadas ya sea desde la berma, desde la calle, desde la berma de enfrente o desde el bus entrega el mismo nivel de información y de compromiso con el espectador.
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